lunes, 20 de septiembre de 2010

Un mes, que se dice pronto

Bueno pues... esta mañana he llegado a clase y nos hemos encontrado con un correo electrónico de la profesora mandado 20 min antes, cuando salí de casa mas o menos, diciendo que no había clase así que... tengo un rato para escribiros!!!
Y es que ya hace cosa de un mes que llegué a estas tierras vikingas, donde todo lo que quieras comprar suele venir en escandinavo (danés, sueco, finlandés y noruego), los cuales son todos igual de difíciles y dan el mismo miedo, por eso ha pasado de denominarse escandinavo a infernal, jejeje. Es por ello que ellos mismos se han dado cuenta de la dificultad y hace ya unos años han ido adaptando el ingles como el idioma más común, es mas "fácil".
Aquí, por ahora, el tiempo es siempre el mismo, por la mañana mas calmadito, si tienes suerte soleado, y por la tarde llueve. Si te montas en un ascensor ten cuidado que no existen las plantas -1 ni -2, el sótano mas bajo será el 0 y de ahí parriba a sumar.
En el fondo Horsens es un pueblo, a las cinco y media de la tarde las tiendas cierran y no ves ni un alma en la calle. Aún así está completamente adaptado para usar la bici como medio de transporte, ya que un vehículo es algo prohibitivo aquí, debido a los altos impuestos (de un 25 a un 55 %), y a que la gasolina varía cada día,  hablo de que por la mañana está a unas 8,6 Kr y por la tarde a casi 10, una variación de 20 céntimos de leuro.
Las casas están diseñadas para captar la máxima energía y almacenarla, puedes estar tranquilamente en chanclas y pantalón corto en casa sin tener puesta la calefacción, cuando fuera hace unos 12º o 13º, pero es mas sorprendente cuando estás en un semáforo esperando para cruzar, con abrigo y sudadera, y se te planta a tu lado un chico en chanclas y tomándose un helado... Están locos estos romanos!!!(Asterix y Obelix).

Respecto a mis aventuras, lo retomaré donde lo dejé. El viaje improvisado no pudo ser, nos plantamos en el Aeropuerto de Aarhus y no quedaba ningún vuelo, ni barato ni caro, a ningún sitio... cosas de aeropuertos pequeños. Y dijimos, pues nos vamos a Legoland el sábado, pero tampoco pudo ser. El tiempo, al igual que el idioma, fue infernal. Así que se aprovechó el día para estudiar y para hacer compra de la semana, por eso de comer y esas cosas. Pero del domingo ya no pasó NOS FUIMOS A LEGOLAND.
La expedición constaba de 12 intrépidos aventureros, vamos 11 franceses y yo, a repartir en diferentes coches. Él día salió algo caro, comí allí, pero mereció la pena.
En resumen Legoland es un parque de atracciones al que a cualquier niñ@ de entre 5 y 13 años le encantaría ir. Solo tiene 3 atracciones que merezcan la pena para adultos, y aun así también están pensadas para niños. Sin embargo logísticamente hablando está genial para cogerse un avión, aterrizar en Billund y casi irte andando al hotel que hay dentro del parque, porque éste está al lado del aeropuerto.
El museo de Lego que hay a la entrada es impresionante, ciudades enteras representadas con piezas de lego y con muñecos y detalles muy curiosos, ademas coches, camiones, barcos y aviones están totalmente robotizados y programados.
En las colas de espera para las atracciones tienen sitios con un montón de piezas de lego para que los niños jueguen mientras hacen cola.
Las atracciones de agua son divertidísimas, hay bastantes puesto que un día nublado es un día bueno en Dinamarca, al parque vas con el chubasquero, por lo que no hace falta comprarse uno. Una de ellas, la que más nos gustó porque íbamos en grupo, trataba de barcos equipados con pistolas de agua a manivela, y que seguían un recorrido con diferentes curvas, en las cuales se originaban divertidas guerras de agua.
El parque tampoco es muy grande, se ve en apenas una mañana y parte de la tarde, me encantó pero no vuelvo a pagar los 35€ de la entrada si no voy en otro plan...
El parque tiene hasta acuario, y la tienda de lego es una pasada, te venden las cajas de lego vacías, porque luego pasas a una sala donde compras las piezas al peso, como si fueran gominolas del Sánchez Cortés.
Durante la semana poca cosa, los trabajos y proyectos van cogiendo forma y el temario va cogiendo peso, me tiene un poco intranquilo el idioma, pero me daré un par de semanas a ver si me acabo de adaptar.
Ya comencé los trámites para conseguir la tarjeta de residencia, y ya me llegó la de transporte.
En uno de los ESI (encuentro social improvisado) hice mojitos, los ingredientes no son los mismos y a golpes es un poco difícil picar bloques de un litro de leche, aún así los franceses fliparon con el par de mojitos de litro que hicimos jejeje.
El jueves Gildas, nos dejo su coche y fuimos Benji (bajo) y yo a recoger a Miguel al aeropuerto de Billund.
Ryanair = Retraso de 30min a 1h, así que con tranquilidad.
Y desde entonces llevamos aquí guerreando, ese mismo día por la tarde fuimos a jugar a las magic con los vikingos y la verdad que muy bien, hubo mas gente que la semana anterior y de camino prácticamente vimos Horsens.
El viernes noche se dio la primera fiesta grande en mi pasillo, acabamos en el Kaos, como de costumbre. Al siguiente teníamos previsto ir a Copenhague, mucha gente de la resi iba este fin de semana, y nosotros nos juntamos 5 para ir en coche... el problema es que la fiesta del día anterior fue larga para algunos y demasiado larga para otros, y Gildas perdió las llaves... a las 8 de la mañana se presento en nuestro piso buscándolas, a ver si estaban allí, pero no... y no nos fuimos a Copenhague... hasta el domingo no recuperó las llaves.
Este finde haremos una visita fugaz a casa (ganitas hay) aprovechando el viaje de vuelta de Migue.
Hasta la próxima.

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